La caza de mamuts. ¿Una práctica arriesgada para nuestros "primitivos" antepasados?



Que la caza constante e indiscriminada de mamuts por parte de humanos y neardentales terminara provocando la extinción de estas gigantescas criaturas es solo un mito de la arqueología, pues no hay pruebas suficientes como para afirmar con rotundidad que este fenómeno se diera de manera habitual.

Pero lo que se pondrá en cuestión aquí no es la regularidad con la que los seres humanos practicaban la caza de estos mamuts, sino los niveles de peligro a los que, según la arqueología, se exponían constantemente nuestros antepasados y que eran motivo de incalculables muertes. Viéndolo de una manera más completa, estos mismos detalles también despertarán cierta duda en cuanto a esta primera polémica, ya que ambos fenómenos están estrechamente relacionados. Ahora vayamos con algunos de los casos más curiosos y reveladores:

1) Gracias al descubrimiento de un yacimiento en San Luis de Potosí, México, se sabe que los humanos, entre otras criaturas, aprovechaban trampas naturales como charcas y lodazales donde los mamuts quedaban atrapados para cazarlos. 

2) Recientes estudios tafonómicos de unos restos de mamut encontrados junto a tres cuchillos de piedra en otro yacimiento mexicano, concretamente en Santa Isabel Itxapan, desvelan que el animal ya estaba muerto cuando fue aprovechado como alimento. 

3) Una nueva reinterpretación de la acumulación de huesos de mamuts encontrada en la Cueva de Saint Brelade, Jersey, sugiere que estos fueron desplazados hasta allí como parte de una práctica ritual, y no que los mamuts fueran despeñados por el acantilado y cazados como se pensaba anteriormente. 

4) Los restos de un mamut encontrado en Siberia presentan heridas provocadas por armas humanas. Sin embargo, el cadáver fue abandonado posteriormente sin llegar a aprovechar su carne. Los arqueólogos descartan que se tratara de un acto en defensa propia debido a la presencia de heridas post mortem y a la aparente manipulación de su mandíbula. Otros restos de mamuts evidencian que la extracción de la lengua era una práctica habitual entre los cazadores pues se supone que, o bien era un manjar entre los cazadores, o bien era parte de una práctica ritual de iniciación. Los propios investigadores tampoco descartan que algún evento inesperado les hiciera abandonar el cuerpo, aunque tampoco nada indica que volvieran para recuperarlo. 

5) En 2003 fue encontrada en el yacimiento arqueológico de Lugovskoe, Siberia, una vértebra de mamut con una punta de lanza del período mustaliense, lo que da a entender que los neardentales cazaban este tipo de criaturas. Pero esta no resulta una prueba con la que podamos corroborar que la caza de mamuts se daba de forma habitual, pues cabe la simple posibilidad de que se aprovecharan de los ejemplares más lentos: crías o enfermos abandonados por la manada. 

6) En el yacimiento de Preresa, Madrid, un equipo de paleontólogos encontró varios restos de un mamut con claras muestras de haber sido devorado por neardentales. Aún así hay ciertos motivos que hacen que los propios investigadores contemplen la idea de que este fuera carroñeado, y no cazado. 

UN POBLADO NEARDENTAL 
CONSTRUIDO CON HUESOS DE MAMUTS 

En 1965, un campesino de Mezhirich, Ucrania, se topó accidentalmente con una mandíbula de mamut mientras ampliaba su zona de cultivo. Posteriormente, los arqueólogos descubrieron lo que eran extrañas estructuras circulares, bien organizadas, formadas por huesos de mamuts amontonados. Las primeras teorías decían que se trataban de construcciones humanas y que serían hogares o lugares de culto. Estudios más recientes indican que se tratan de construcciones hechas por neardentales, pues también se encontraron varias herramientas de la cultura musteriense. En una de las cabañas centrales también se encontró un cráneo de mamut con extraños trazos pintados con ocre y que parecía haber sido golpeado como instrumento de percusión según los investigadores. Actualmente se conocen 15 estructuras en las que se emplearon 149 huesos de mamuts.


Detalles aparte, parece ser que las estructuras seguían un patrón de construcción bien definido, ya que ciertas partes eran construidas exclusivamente con huesos muy concretos de estos mamuts, como las mandíbulas, por lo que los investigadores sospechan que los mamuts eran cazados para este propósito y no carroñeados, pues de esta manera siempre les faltarían ciertos huesos. Sin embargo, esta interpretación resulta un poco ambigua, ya que bien podría ser el resultado de una perfecta combinación entre caza y carroñeo, como parte de una obra a largo plazo, llevada a cabo con paciencia, y con usos tanto ceremoniales como cotidianos.

CONCLUSIÓN:

En este ámbito concreto, que alude a la alta tasa de mortalidad como consecuencia del modo de vida cazador, el problema de la arqueología resulta evidente, pues pretende normalizar fenómenos del pasado amparada en un número reducido de pruebas, que además, dan lugar a diversas interpretaciones. Además de los mencionados, existen muchos más restos y casos, pero aún así serían insuficientes como para dar un carpetazo que ponga fin a la polémica a favor de la arqueología academicista.

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