ANIMAL POLÍTICO (FAST-CHECKER MEXICANO)
Entre los “fact-checkers” más renombrados de México encontramos al periódico digital Animal Político, el cual pertenece a la entidad matriz Editorial Animal. Su carta de presentación suele ser la misma que la de sus análogos españoles, Maldito Bulo o Newtral: periodismo "independiente".
Lo contraproducente de su supuesta independencia es que siempre “dependen” de las mismas fuentes para desarrollar sus labores informativas. Por otra parte, el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador los acusa de estar al servicio del “capitalismo verde”. Nosotros nos dedicaremos sencillamente a evidenciarlos extraoficialmente.
(Kellog, Ford y Rockefeller financian a Animal Político, MCCI y México Evalúa para oponerse a Tren Maya: AMLO)
(AMLO señala financiamiento de fundaciones a “opositores”; Animal Político rechaza acusaciones)
Siempre es conveniente recalcar lo paradójico que resulta que una de las familias corporativas que más ha contaminado el planeta sea ahora una de las que más preocupada está por el medio ambiente. ¿Será arrepentimiento? Lo dudo. Más bien huele a estrategia comercial y a "ecoblanqueo".
Por supuesto ellos siempre lo niegan todo -lo que cabe esperar- y afirman que el gobierno les acusa sin pruebas. Lo que diga el gobierno corrupto de México no nos incumbe, pero todos sabemos que los periódicos digitales no viven de las suscripciones. Ellos mismos lo reconocen.
(15% de los ingresos de Animal Político provienen de suscriptores)
Por tanto, el 85% restante depende de la financiación del estado y empresas privadas. Y también cabe preguntarse qué porcentaje de ese 15% son meros ciudadanos consumidores de información y cuántos son personajes ligados a estas mismas entidades que lo subvencionan de forma anónima.
Por otra lado, Animal Político es reconocida por haber destapado un famoso caso de corrupción con la colaboración de la MCCI (Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad) durante 2014 que señalaba al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y varios colaboradores por mantener una red de empresas fantasmas a las que se les facilitaban licitaciones públicas para emprender obras de política social (sí, claro...). Lo que nunca sabrán los ciudadanos mexicanos es qué entidades se las facilitaban. ¿A caso estos concursos públicos no los regula el propio gobierno?
Por aquella época, México estaba presidido por Enrique Peña Nieto, miembro del PRI, al que también pertenecía Duarte. A Obrador y su partido de coalición, 'Juntos Haremos Historia', este escándalo le venía de perlas para alcanzar la presidencia. Sin embargo es él quien ataca ahora al periódico. ¿Por qué? Pues efectivamente porque el periódico no es actualmente afín a ningún gobierno. Está en manos de las corporaciones que son quienes les proveen la mayor parte de los ingresos.
Y en cuanto al mérito de la fiscalía anti-corrupción y los periodistas destapando este tipo de tramas también cabe mencionar que todo obedece a un plan bien tejido.
Para simular que el sistema funciona y que existe una separación de poderes que permite la justicia social, ocasionalmente los propios servicios de inteligencia y relaciones exteriores filtran cierta “información confidencial” a medios de comunicación y la fiscalía para que destapen estos casos de corrupción y manejar a su antojo la opinión publica. Es una estrategia muy vieja: utilizar a un cabeza de turco, un chivo expiatorio; se sacrifica a un peón para allanarle el camino a otra pieza más versátil. Aunque en absoluto esto les excuse de ser culpables. Ellos saben que son parte de la trama, pero no hasta donde alcanza. Y por eso no cantan más de lo justo.
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