REGISTRO FÓSIL
Los fósiles de
Rodhocetus y Pakicetus evidencian la entrada y adaptación de los
mamíferos al medio acuático, pero ninguno supone ser una forma
transicional como para despejar toda duda con respecto a la evolución gradual que llevaría hasta la anatomía propia de los actuales cetáceos. Ambos cuentan con patas traseras bien
definidas, no parecen contar con aleta caudal y aún no poseían ni
espiráculo ni mecanismo alguno de ecolocalización funcional durante
aquella etapa primitiva.
Restos fósiles de Pakicetus e Ichthyolestes |
Restos fósiles de Rodhocetus |
Restos fósiles de Dorudon, Valle de las Ballenas, Egipto |
Tal como presentan al
Dorudon, este no tenía espiráculo, aún mantenía las patas
traseras, aunque muy atrofiadas, y tampoco parecía contar con el
típico melón que otorga el sistema de ecolocalizacion propio de los
cetáceos actuales. Según las reconstrucciones -aunque no entiendo
como concluyen este detalle- sí poseía aleta caudal.
DELFINES DE 4 ALETAS
Ante la falta de pruebas
fehacientes que ofrece el registro fósil, también es reseñable la
rara existencia de delfines con aletas extra-numerarias (4 aletas)
como el encontrado por unos investigadores japoneses. Aún con esto,
confesaré que la información parece dudosa pues solo procede de un
par de páginas distintas de aficionados a la paleonotología, la
bibliografía redirige a una entrada de National Geographic que ya no existe y no
existe ninguna otra fuente oficial que la corrobore.
EMBRIOLOGÍA
El estudio embriológico
también parece concluir lo mismo. En sus primeras semanas, los
embriones de delfín presentan orificios nasales en el morro, los
cuales van migrando hacia la parte superior de la cabeza para formar
el espiráculo, además de pequeños bultos cerca de la cola como vestigio de las patas traseras de sus antecesores.
Documental: En el vientre materno, el delfín.
gracias
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